Estamos en plena mudanza de casa y aprovechando esto, estamos revisando todo lo que tenemos para ir saliendo de lo que ya no queremos o no necesitamos. Entre las cosas que tenía guardadas en "recuerdos" encontré la cerámica que tiene las manos y pies de Paula cuando tenía 6 meses, y la comparé con la que hicimos cuando cumplió 3 años. Es impresionante ver la diferencia: va creciendo tan rápido y yo sin darme tanta cuenta de que ya está más independiente y hace cosas sola y empieza a ser responsable: ella misma se abrocha su cinturon de seguridad en el auto. Lo bueno de vivir aquí es que por la falta de ayuda lo hacemos todo juntos, en familia, y soy yo la que esta con mis hijas todo el día, y es mi educación y mi ejemplo el que emulan: cuando sean mayores, podrán decir con orgullo que su mamá les leía el cuento antes de dormir, que su mamá o su papá le prendían la luz de noche y que era con su mamá que rezaban al Angel de la Guarda. Me siento tan afortunada hoy.
1 comment:
Hola guapa,ya lo creo que crecen rápido,yo ya tengo un nietecito de casi tres años y mi hijo pequeño va a hacer yá 18 en marzo y parece que fue ayer cuando nació.a ésta casa nos vinimos a vivir cuando él tenia un año y medio....¡¡que bárbaro!!,ahora que lo pienso...jajajaja.
Besos
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